Día 4/Day 4
Fasting Day 4: When We Only See What We Look For
Welcome to Day Four of The Twenty-One Day Fast. By now, you have endured the headaches of those first couple of days as your body began to shed itself of the toxins and poisons we have learned to live with the last twelve months. By today, your stomach has begun to shrink, and for many of you, your hunger has subsided provided you have been drinking enough water – your best friend. But what will begin to sneak up on you at this stage are those pesky cravings. Remember, for most people, your body runs on an internal clock and when you wake up the stomach says to the brain, “It’s breakfast time. Time to eat!” The same thing happens at lunch and dinner time. We’re believing God to open your eyes in every situation. You can choose to see the negative or you can choose to see the positive, and that’s what happens when you begin to fast. God opens your eyes to wonderful things that are happening all around you. Both of us have more to praise God for than to gripe about. There is a unique discipline to the approach that we take when we begin to say, “God, open my eyes to life. Open my eyes to joy. Open my eyes on this fast to hope and victory. Open my eyes, Lord, so that I can see not with a critical eye, but with an encouraging eye that is filled with vision and expectation, approaching every situation knowing that God is up to something amazing.” He can even take the bad situations and make them great. He can make a good situation out of what has seemingly been a disaster in your life. That’s why the scripture said: “All things work together for good to those that love God, and that are called according to His purpose.” Push through these moments of weakness by replacing them with prayer, praise or even a walk sometimes helps. Remember, you are not alone! We are all in this together!
Your Approach is Everything
I have learned that in every situation, people choose what they will focus on. Some are going to find everything that is wrong in every room they enter, while another group sees all the amazing and wonderful things that are happening. We see what we look for. The same applies to the way we see each other. There is a unique discipline to the approach we take to people, places, and situations. I have learned that your approach can speak life or death into every situation including your own. When that critical eye is turned on yourself it not only can be discouraging, it can be disastrous. But by the same token – approaching every situation knowing God is up to something amazing can take a bad situation and make it great – and a great situation and make it historic.
I have learned that in nearly every situation, especially in tense or difficult seasons or moments, there are two kinds of people. Most are what I call “thermometers” while a much smaller number are “thermostats.” Thermometers can tell you all about the room. They can describe every difficulty and flaw in great detail and can even define the problem – often times when no one else in the room even knew there was a problem. Far too often, these well-meaning folks can carry a spirit of negativity that can stop a move of God in its tracks. They have an eye for detail which can be a good thing, but if that eye is only looking for what’s wrong in the room, it can miss everything good that is happening. They see what they look for and what they look for are all the flaws – all the imperfections and they miss a move of the Spirit taking place in the very same room. “Thermostats” on the other hand see the same room, even the same problems and, rather than just announce the issues, they adjust the thermostat – and the temperature in the room changes without anyone even noticing the subtle change. They see the value in what is happening and look for ways to call attention to the good and minimize the bad. They don’t just explain what they see – they take action.
Prayer:
God, take the negativity out of me, and put in me the spirit of hope, faith, and love. Lord, we agree for it. Touch our eyes, open our eyes to see the positive. Help us to think positive thoughts. Teach us to believe for good things. Remind us that we will see the goodness of the Lord in the land of the living.
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Día de Ayuno 4: Cuando Solo Vemos lo que Buscamos
Bienvenido al Día Cuatro del Ayuno de Veintiún Días. A estas alturas, has soportado los dolores de cabeza de los primeros días mientras tu cuerpo comenzaba a liberarse de las toxinas y venenos con los que hemos aprendido a convivir en los últimos doce meses. Para hoy, tu estómago ha comenzado a encogerse y, para muchos, el hambre ha disminuido, siempre y cuando hayas estado bebiendo suficiente agua, tu mejor amiga. Pero lo que comenzará a aparecer en esta etapa son esos molestos antojos. Recuerda que, para la mayoría de las personas, tu cuerpo funciona con un reloj interno y, al despertarte, el estómago le dice al cerebro: “Es hora del desayuno. ¡Hora de comer!” Lo mismo ocurre a la hora del almuerzo y la cena. Estamos creyendo que Dios abrirá tus ojos en cada situación. Puedes elegir ver lo negativo o elegir ver lo positivo, y eso es lo que sucede cuando comienzas a ayunar. Dios abre tus ojos a cosas maravillosas que están sucediendo a tu alrededor. Ambos tenemos más razones para alabar a Dios que para quejarnos. Hay una disciplina única en el enfoque que tomamos cuando comenzamos a decir: “Dios, abre mis ojos a la vida. Abre mis ojos al gozo. Abre mis ojos en este ayuno a la esperanza y la victoria. Abre mis ojos, Señor, para que pueda ver, no con un ojo crítico, sino con un ojo alentador lleno de visión y expectativa, abordando cada situación sabiendo que Dios está haciendo algo asombroso.” Él incluso puede tomar las situaciones malas y hacerlas grandes. Puede sacar algo bueno de lo que aparentemente ha sido un desastre en tu vida. Por eso la escritura dice: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Supera estos momentos de debilidad reemplazándolos con oración, alabanza o incluso una caminata, que a veces ayuda. Recuerda, ¡no estás solo! ¡Todos estamos juntos en esto!
Tu Enfoque lo Es Todo
He aprendido que, en cada situación, las personas eligen en qué enfocarse. Algunos encontrarán todo lo que está mal en cada habitación a la que entran, mientras que otro grupo ve todas las cosas increíbles y maravillosas que están sucediendo. Vemos lo que buscamos. Lo mismo se aplica a la forma en que nos vemos unos a otros. Hay una disciplina única en el enfoque que tomamos hacia las personas, lugares y situaciones. He aprendido que tu enfoque puede hablar vida o muerte en cada situación, incluida la tuya propia. Cuando ese ojo crítico se vuelve hacia uno mismo, no solo puede ser desalentador, sino que puede ser desastroso. Pero, de la misma manera, abordar cada situación sabiendo que Dios está haciendo algo asombroso puede transformar una mala situación en algo grandioso y una gran situación en algo histórico.
He aprendido que, en casi todas las situaciones, especialmente en temporadas o momentos tensos o difíciles, hay dos tipos de personas. La mayoría son lo que llamo “termómetros,” mientras que un número mucho menor son “termostatos.” Los termómetros pueden describir en detalle cada dificultad y defecto en la habitación, y pueden incluso definir el problema, muchas veces cuando nadie más en la habitación sabía que había un problema. Con demasiada frecuencia, estas personas bien intencionadas pueden portar un espíritu de negatividad que detiene un movimiento de Dios en seco. Tienen un ojo para los detalles, lo cual puede ser algo bueno, pero si ese ojo solo busca lo que está mal en la habitación, puede perderse todo lo bueno que está sucediendo. Ven lo que buscan, y lo que buscan son todos los defectos, todas las imperfecciones, y se pierden un movimiento del Espíritu que ocurre en la misma habitación. Los “termostatos,” por otro lado, ven la misma habitación, incluso los mismos problemas y, en lugar de solo anunciar los problemas, ajustan el termostato, y la temperatura en la habitación cambia sin que nadie note el cambio sutil. Ven el valor en lo que está sucediendo y buscan formas de destacar lo bueno y minimizar lo malo. No solo explican lo que ven, toman acción.
Oración:
Dios, saca la negatividad de mí y pon en mí el espíritu de esperanza, fe y amor. Señor, estamos de acuerdo en esto. Toca nuestros ojos, ábrelos para ver lo positivo. Ayúdanos a pensar pensamientos positivos. Enséñanos a creer en cosas buenas. Recuérdanos que veremos la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Amén.